PARA ORAR
¡Ven, Espíritu de amor y de paz!
Espíritu de verdad, que conoces las profundidadesde Dios, memoria y profecía de la Iglesia,
dirige la humanidad para que reconozca
en Jesús de Nazaret
el Señor de la gloria, el Salvador del mundo,
la culminación de la historia.
(San Juan Pablo II para el 1998, en preparación al gran jubileo)
PARA REFLEXIONAR
“El Señor viene siempre a sostenernos en nuestra debilidad y esto lo hace con un don especial: el don de fortaleza.
No hay que pensar que el don de fortaleza es necesario sólo en algunas ocasiones o situaciones especiales. Este don debe constituir la nota de fondo de nuestro ser cristianos, en el ritmo ordinario de nuestra vida cotidiana. Como he dicho, todos los días de la vida cotidiana debemos ser fuertes, necesitamos esta fortaleza para llevar adelante nuestra vida, nuestra familia, nuestra fe. El apóstol Pablo dijo una frase que nos hará bien escuchar: «Todo lo puedo en Aquel que me conforta» (Flp 4, 13). Cuando afrontamos la vida ordinaria, cuando llegan las dificultades, recordemos esto: «Todo lo puedo en Aquel que me da la fuerza». El Señor da la fuerza, siempre, no permite que nos falte. El Señor no nos prueba más de lo que nosotros podemos tolerar. Él está siempre con nosotros. «Todo lo puedo en Aquel que me conforta»”. (Papa Francisco)
No hay comentarios:
Publicar un comentario