El Papa Francisco, en la catequesis de la Unción de los enfermos nos presenta una visión positiva y alentadora de la enfermedad y de la muerte, nos dice que este sacramento “nos ayuda a ampliar la mirada a la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento, en el horizonte de la misericordia de Dios”.
Con la imagen del buen samaritano (Lc 10, 30-35) nos brinda el oficio de ser ”hoteleros, a quienes el Señor Jesús, cada día, confía a quienes tienen aflicciones, en el cuerpo y en el espíritu, para que podamos seguir derramando sobre ellos, sin medida, toda su misericordia y la salvación”.
Por último, Francisco, nos anima a quitar el tabú que puede existir en esa hora última de la vida. Nos dice que en el sacerdote ”es Jesús mismo quien llega para aliviar al enfermo, para darle fuerza, para darle esperanza, para ayudarle; también para perdonarle los pecados”.
A. Castro
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