jueves, 17 de julio de 2014

DEJAD QUE LOS NIÑOS PALESTINOS JUEGUEN AL FÚTBOL EN SUS PLAYAS

Israel asesina a cuatro niños palestinos que jugaban fútbol 
en una playa de Gaza.
 Cuatro niños palestinos murieron ayer en un ataque de la Marina israelí contra una playa de la ciudad de Gaza, en la que se encontraban jugando al fútbol con otro grupo de 12 compañeros que resultaron heridos. Sólo uno quedó ileso.
Según comprobó Efe, los cuerpos de los niños quedaron destrozados sobre la arena después de que uno de los barcos que imponen el bloqueo marítimo al que Israel somete a la franja, abriera fuego al atardecer contra la citada playa.

Un testigo en la zona, Ahmed Abu Hassera, de 22 años, explicó a Reuters que “los niños estaban jugando al fútbol” y que todas las víctimas tenían menos de 15 años . “parecía que todos los proyectiles iban contra ellos”.
Los cuatro menores eran miembros de una misma familia, los Bakr.
Con estas nuevas muertes, son ya 43 los niños palestinos muertos desde que el pasado 8 de julio. Israel lanzó su tercera ofensiva militar (denominada operación “Margen protector”) contra Gaza desde que en 2007 el movimiento islamista Hamás asumió el control de la misma.
(Información de EFE)
¿Hasta cuándo el mundo guardará silencio?
¿Hasta cuándo los inocentes tendrán que soportar tanta injusticia?
¿Hasta cuándo seguirán apuntando los proyectiles hacia vidas humanas?
¿Hasta cuándo…? 
¿Por qué los niños no pueden jugar al fútbol en paz?
¿Por qué los niños no pueden disfrutar de la playa en paz?
¿Por qué los padres tienen que sufrir cómo es truncada la vida de sus pequeños?
¿Por qué…? 
Tal vez el silencio de nuestro mundo ante las injusticias nos hace cómplices.
Sensibilizarnos, buscar caminos de PAZ, denunciar, rezar… pueden ser granos de arena para la solución del conflicto.
¡No calles! Porque.... También los niños palestinos quieren jugar al fútbol en sus playas.
¡Tienen derecho! Porque son niños, porque las playas son suyas.
¡No calles, para que ellos puedan seguir jugando!
                                                            A. Castro

No hay comentarios:

Publicar un comentario