¿ ME DEJAS, SEÑOR ?
¿Acercarme a ti, a pesar de las murmuraciones y críticas sobre mi vida?
¿Derramar el perfume de mis obras,
a pesar de hacerlo con cuentagotas?
¿ ME DEJAS, SEÑOR ?
¿Agradecer, con mi llanto, tu presencia que me rescata y me renueva?
¿Olvidarme de lo mucho que me separa de ti?
¿Acercarme, con un corazón humilde, para que tu lo restaures?
¿Lanzarme con pasión a la búsqueda de tu rostro?
¿ ME DEJAS, SEÑOR ?
Hoy, como aquella mujer,
también quiero pasar de la oscuridad a la luz,
de la debilidad a la fortaleza, del pecado a la gracia,
de la muerte a la vida, del distanciamiento a la comunión contigo.
¿ ME DEJAS, SEÑOR ?
Hoy, como aquella mujer, a la que no le tembló el pulso,
quiero hacerme hueco en medio de tanto obstáculo
que me impide llegar a ti, Señor.
No sé si tengo total arrepentimiento,
lo que sí sé, es que sin ti, el perfume de la vida me sabe a poco
y las lágrimas de cada día se secan pronto
¿ ME DEJAS, SEÑOR ?
Solo te traigo lo que en el corazón tengo: amor,
y así, solo así y entonces, podré de verdad…irme en paz.
GRACIAS, SEÑOR, POR TU AMOR Y TU PERDÓN
(Al hilo del Evangelio de Lucas 7,36-8,3)